
¿Cómo puedes recordar todas las lecciones?
Como estudiante, probablemente ya hayas tenido problemas para recordar toda la materia de tus clases antes de un examen. Ya sean palabras de vocabulario, fechas históricas o fórmulas matemáticas, puede ser complicado memorizarlo todo.
La buena noticia es que ¡hay estrategias para ayudarte! Descubre 8 métodos para potenciar tu memoria y retener realmente lo que has aprendido.
1. Ten en cuenta que la gente olvida la información muy rápidamente
La curva del olvido de Ebbinghaus es un concepto desarrollado por el psicólogo Hermann Ebbinghaus a finales del siglo XIX. Muestra cómo nuestra memoria olvida la nueva información aprendida con el tiempo, a menos que hagamos un esfuerzo por recordarla.
En los primeros días tras aprender algo nuevo, se olvida muy rápidamente. Después, la velocidad del olvido disminuye. Si quieres retener la información a largo plazo, tendrás que repasarla con regularidad.
Sí, pero ¿cuándo y cómo?
Para contrarrestar el olvido, lo mejor es la repetición espaciada. La idea es volver a repasar la información a intervalos regulares para anclarla más firmemente en tu memoria. Al espaciar las sesiones de repaso en el tiempo, puedes evitar el olvido rápido que se produce en los primeros días y reforzar la memoria de la información con el paso del tiempo.

2. Determina los intervalos óptimos para el repaso
Para reactivar tus conocimientos, es importante repasar con regularidad. Pero, ¿con qué frecuencia?
Aunque la repetición espaciada es eficaz, es importante encontrar el intervalo adecuado a tus necesidades individuales. Algunas personas pueden necesitar repasar la información cada día, mientras que otras pueden repasarla cada semana y recordarla.
Una forma de determinar tu intervalo óptimo es ponerte a prueba. Prueba a repasar la información a intervalos diferentes y comprueba lo bien que la recuerdas. Esto te dará una idea de la frecuencia con la que necesitas revisar la información para mantenerla fresca en tu mente.
Para empezar, te sugerimos que pruebes esta secuencia de recordatorios:
- Día D: Día de aprendizaje inicial de un nuevo concepto
- Día +1: Repaso inmediato
- Día +3: Repaso a corto plazo
- Día +7: Repaso a medio plazo
- Día +30: Revisión a largo plazo
- Día + 6 meses: Consolidación
3. Planifica la reactivación
Una vez hayas calculado los intervalos óptimos para reactivar tus conocimientos, asegúrate de programar sesiones de repaso para ti. Puedes utilizar un calendario o una agenda para reservar momentos específicos cada día o cada semana para repasarlos.
Si estableces un horario para reactivar tus conocimientos, te asegurarás de no olvidar ninguna información y te resultará más fácil cumplir tu calendario de repaso. También puedes utilizar la aplicación de repaso scribzee para colocar tus recordatorios a intervalos regulares en tu calendario y vincularlos al curso que tienes que repasar.
4. Utiliza Flashcards (fichas)
Las flashcards son una forma sencilla y muy eficaz de reforzar tus conocimientos. Puedes utilizarlas para repasar palabras de vocabulario, fórmulas y cualquier otra cosa que intentes recordar. Para hacer tus flashcards, lo único que tienes que hacer es escribir una pregunta en el anverso de la flashcard y la respuesta en el otro lado.
Entonces, ¡es fácil! Lee la pregunta, intenta encontrar la respuesta y luego dale la vuelta a la flashcard para ver si tenías la respuesta correcta. Hazte preguntas con regularidad y pon a prueba tu capacidad para recordar la información.
Utilizando las flashcards junto con scribzee, puedes repasar cuando y donde quieras, seguir tus progresos a lo largo del tiempo y planificar sesiones de repaso para reactivar tus conocimientos.
5. Establece vínculos entre la información
Establecer vínculos entre la información nueva y lo que ya sabes es una poderosa herramienta de memoria. Cuando asocias información nueva con algo que ya entiendes, creas un puente entre ambas y es mucho más fácil recordar la información nueva.
Por ejemplo, si intentas recordar la fecha de un acontecimiento histórico, piensa en cómo se relaciona con otros acontecimientos que conozcas para orientarte en el tiempo.
6. Utiliza mnemotecnias
La mnemotecnia es una técnica para recordar información difícil de memorizar utilizando ayudas para la memoria. Por ejemplo, si intentas recordar una lista de elementos, puedes crear un acrónimo utilizando la primera letra de cada elemento para formar una nueva palabra.
Para crear una mnemotecnia eficaz, deben cumplirse 3 condiciones:
- El medio debe ser sencillo para que sea fácil de recordar,
- Cuanto más divertido sea, más lo recordarás,
- Cuanto más personal sea, más eficaz será.
7. Enseña a otra persona
No hay nada como explicar un concepto a otra persona para reformular una información compleja. Y simplificar un concepto es una forma muy buena de recordarlo más fácilmente, porque tienes que hacer un esfuerzo para enseñarlo.
Si no tienes a nadie a quien enseñar en persona, intenta escribir una explicación de la información o crear una presentación para compartirla con los demás.
8. Pensar en ti
Por último, es esencial que te cuides si quieres memorizar de forma óptima.
Cuida tu sueño. Algunos estudios han puesto de relieve el efecto del sueño en el rendimiento y el éxito en los exámenes.
Recuerda también tomarte descansos para recargar las pilas. Para ser eficaz, tu cerebro también necesita respirar, así que entre dos sesiones de repaso, haz lo que te haga sentir bien: deporte, un paseo, un momento con los amigos, etc.
Ya está. Ya conoces 8 maneras de aprender todas tus lecciones.
Lo más importante es que encuentres las que mejor funcionen para ti. La memoria de cada persona es diferente, y puede que necesites un poco de ensayo y error para encontrar lo que mejor te funciona. Persevera y verás cómo mejora tu memoria.