
Escribir a mano estimula la creatividad
Está probado que escribir a mano estimula zonas de la memoria y la concentración de nuestro cerebro. La actividad de escribir a mano nos obliga a organizar nuestros pensamientos y desata nuestra creatividad. Muchos escritores han descubierto que escribir a mano les despierta la imaginación, les ayuda a poner en orden sus ideas y les da vía libre respetando su estilo.
Escribir a mano te da más facilidad para mantener tu estilo
El escritor americano John Irving, autor de la novela “El mundo según Garp”, escribe una media de 400 páginas por libro. Este autor prolífico escribe sus manuscritos completamente a mano, defendiendo que es la mejor manera de controlar su estilo. “Prefiero escribir a mano porqué voy demasiado deprisa con el ordenador” comenta. “Voy demasiado rápido escribiendo para escribir algo realmente bueno. Escribir a mano me obliga a ir más despacio”.
Otro autor americano que prefiere el papel y boli al ordenador es Stephen King, quien para ponerse en situación necesita tener en la mano estos dos elementos y así poder escribir en ese tono pausado que necesita para organizar sus ideas.
Escribir a mano te obliga a construir un hilo argumental
J.K. Rowling, la famosa autora de la saga de Harry Potter, divide su trabajo en viñetas manuscritas como si fuera el storyboard de una película. La historia está dividida en los capítulos según se desarrolla cronológicamente, el argumento principal, los héroes y los personajes secundarios.
Está claro que son necesarias muchas notas para crear un universo tan complejo y una historia que transcurre a lo largo de varios años. El autor también necesita poder acceder fácilmente a sus notas, añadir comentarios o eliminar elementos a medida que el argumento va tomando forma y sustancia. Para construir una novela de este tipo y que la historia tome sentido, escribirla a mano es una buena elección.
La escritura manuscrita es libertad
Sin duda, habrás experimentado los beneficios de la escritura. La libertad que ofrece poner el bolígrafo sobre el papel, que hace posible cruzar todas las fronteras y pensar de forma diferente. Ya sea para imaginar un nuevo producto, un proceso o escribir un discurso, la escritura manuscrita te permite traspasar tus límites. Ser capaz de tachar palabras fácilmente, señalar la conexión entre tus ideas con flechas o incluso garabatear es parte del proceso de creación e innovación. Así que, ¡deja volar tu imaginación!